Las garantías son una de las mejores herramientas para reducir el riesgo percibido por parte del cliente durante la adquisición de un producto, y contribuyen a aumentar aumentar la confianza tanto en el producto como en nuestra marca, así como en una oferta concreta.
Al ofrecer garantías de devolución de dinero o políticas de satisfacción garantizada, demostramos nuestro compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente. Esto puede eliminar las objeciones del cliente y motivarlo a realizar la compra y transmite una sensación de seguridad y durabilidad.
Todas las garantías que podamos ofrecer deben ser comunicadas de manera clara y transparente a nuestros clientes en el momento anterior a la compra, y durante la compra misma.
Las garantías deben ser públicas y los certificados de garantía deben ser correpondientemente firmados y sellados conteniendo además una fecha de adquisición visible, así como la fecha de expiración de la garantía. Todo ello forma parte de cualquier política de buenas prácticas y con ella además podemos generar confianza y labrarnos una buena reputación.
Es muy importante cumplir de forma seria, exquisita y consistente con nuestras garantías y realizar una buena gestión de su uso como parte de la atención post venta o del servicio al cliente, ya que ello fomenta la lealtad del cliente a largo plazo y la buena imagen de la compañía.
Siempre que hagamos una oferta, tengamos en cuenta el ofrecer garantías que la respalden. Nos ayudará sin duda a eliminar barreras de compra y a aumentar las ventas de manera significativa.