Hay estrategias clásicas de marketing que siempre funcionan, y es por eso que se han usado, se usan en el presente, y se seguirán usando en el futuro. Una de ellas es la exclusividad, porque cuando algo es limitado, exclusivo o no está al alcance de todo el mundo pero tu lo pones al alcance de tu audiencia, estás incrementando la percepción de valor de tu oferta y motivando a la acción.
Al hacer que tu audiencia se sienta especial y única, puedes crear un sentido de deseo alrededor de tu producto o servicio para que tu cliente pueda sentir que forma parte de esos pocos afortunados.
Sin necesidad de entrar en lo meramente elitista, una forma sencilla de promover la exclusividad es a través de ofertas y promociones exclusivas que sean sólo para tu audiencia, como premio a su compromiso o fidelidad. Esto podría incluir cosas como el acceso anticipado a nuevos productos, descuentos especiales para miembros o eventos exclusivos para clientes VIP.
Al limitar ciertas ofertas a un grupo selecto de personas, aumenta notablemente su atractivo y esto contribuye a incrementar las ventas del producto o servicio bajo esa oferta, porque estaremos generando entre tu audiencia y por el mero hecho de serlo, aquella percepción o idea de privilegio, pertenencia o exclusividad.
Utiliza de forma inteligente el lenguaje y la forma de presentación de tu oferta de manera que resalten esa exclusividad. Puedes utilizar de forma consciente palabras como «exclusivo», «limitado» o «solo para ti» en tus mensajes de marketing. Dichas palabras crean acción al crear de manera consciente o subconsciente en tu audiencia una sensación de escasez y al mismo tiempo una percepción de alta demanda.
Al promover la exclusividad, tu oferta puede tomar una mayor percepción de valor, y motivar a tu audiencia (clientes potenciales) a actuar rápidamente antes de que se agoten las oportunidades exclusivas de las que pueden aprovecharse justo en ese momento o debido a esa circunstancia concreta.