Dirigir la conversación hacia la venta de una forma natural, es una habilidad que debemos entrenar como parte de nuestras habilidades comerciales. Parte del proceso de persuasión consiste en guiar hábilmente la interacción con el cliente para que se vaya orientando hacia el cierre del proceso de venta, y alcanzar así el objetivo comercial de nuestra interacción.
Esto suele implicar hacer a nuestro interlocutor preguntas estratégicas, muchas veces de forma aparentemente casual o inocentemente planteadas, al mismo tiempo que estamos presentando argumentos persuasivos o respondiendo objeciones de manera efectiva.
Con este tipo de preguntas, y a través de las respuestas que vayamos obteniendo, podemos ir avanzando en el proceso de ventas hasta llegar al cierre.
Al dirigir la conversación hacia la venta de forma activa y consciente, podemos mantener el control de la interacción, mantener el enfoque en los beneficios de nuestra oferta y superar las barreras de compra.
Además con ese tipo de preguntas estaremos demostrando una comprensión profunda de las necesidades y deseos del cliente, y una cierta conexión o complicidad, por lo que podemos aumentar su confianza en nuestra capacidad para satisfacer sus necesidades.