En el mundo laboral actual, las demandas son constantes, las distracciones permanentes, la competencia feroz, y el tiempo es un recurso limitado. Asi que las técnicas de gestión del tiempo se convierten cada día en una de las llamadas habilidades blandas más indispensable para los profesionales, y es una de las más valoradas por las empresas.
Dentro de dichas técnicas destaca el saber definir marcos temporales claros y específicos para cada tarea o proyecto. Establecer límites de tiempo ayuda a evitar el agotamiento y a mantener la eficiencia, ya que brinda un enfoque claro y delimitado para que se puedan completar las responsabilidades de manera efectiva.
Además de definir marcos temporales, también es importante priorizar las tareas según su importancia y urgencia, y esto muchas veces se pasa por alto dentro de la frenética actividad de cada día. Pero saber priorizar permite a los profesionales ocupar mejor su tiempo concentrando sus esfuerzos en las actividades que generan un mayor impacto en sus objetivos profesionales.
Saber identificar las tareas prioritarias y centrarse en ellas, maximiza la productividad y evita la dispersión de energía en actividades menos relevantes, que en general son grandes ladrones de tiempo y aportan más bien poco al conjunto de los objetivos marcados. Se trata de alcanzar las metas evitando el agotamiento.