Si estás hasta las orejas de deudas, debes hacer un seguimiento regular de tu situación financiera. De lo contrario, encontrarás mucho más difícil salir de las deudas que te lastran y poder alcanzar tus metas financieras. Dedica tiempo periódicamente para revisar tus ingresos, gastos, deudas y ahorros.
Analiza detenidamente tus estados de cuenta bancarios, facturas y registros de tarjetas de crédito para comprender mejor tu situación financiera actual y vislumbrar estrategias de ataque, porque podrás identificar patrones de gasto, áreas de derroche y oportunidades de ahorro.
Utiliza herramientas como hojas de cálculo, aplicaciones móviles o software de gestión financiera para mantener tus registros organizados y fáciles de entender. Haz lo que sea necesario para simplificarlo todo al máximo en tu mente. Una vez hecho, ajusta tu plan financiero según sea necesario y establece metas realistas que puedas alcanzar y que te sirvan tanto de anclaje positivo como de refuerzo de la voluntad.
Un buen seguimiento de tu situación financiera te permite estar en pleno control de tus finanzas y te va a ayudar a mejorar tu bienestar económico a largo plazo. No subestimes la importancia de este hábito y dedica tiempo regularmente para revisar y ajustar tu plan financiero según tus necesidades y objetivos. Se realista, y sé honesto contigo mismo.